Este breve ensayo se presenta como un sobrevuelo al lugar ocupado por la melancolía y la depresión en la historia y en algunas expresiones del arte occidental, pero también como un esfuerzo por describir el sentimiento de mórbida tristeza que las acompaña. En este último empeño el autor se vale de sus propias palabras y también de las de quienes enfrentaron el mismo difícil desafío, ya que se trata, ni más ni menos, de intentar describir lo inefable.
El conjunto se apoya en un gran número de referencias, hilvanadas con reflexiones propias y esclarecedoras citas. Destilado de lecturas, sensibles miradas a algunas obras de la pintura especialmente señaladas por su vínculo con el sentimiento melancólico y aportes nacidos de la experiencia, El demonio azul es asimismo un llamado a asumir sin tapujos la compleja manifestación de una afección anímica muy extendida en una sociedad en la cual, al proponerse la felicidad como un imperativo, nos vuelve más vulnerables a su ocurrencia.
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