Hete aquí el primer disco de Peyote Asesino, extraño artefacto que a mediados de la década de los noventa sacudió la modorra de una Montevideo que comenzaba a abrirse al mundo. El rock uruguayo nunca había sonado así. El Peyote Asesino combinaba sin prejuicios rock duro, funk, hardcore y rap, y sus letras, machaconas, afiladas y pendencieras, no estaban exentas de humor de barrio. Además, ostentaba una infrecuente combinación de producción impecable y energía visceral.
Pablo Izmirlian, periodista de reconocida trayectoria, se remonta a los orígenes del grupo y analiza su recorrido, su proceso creativo, el trabajo en el estudio, la edición de ese material y sus efectos posteriores inmediatos, incluida la llegada de estas canciones a oídos del gurú del rock latino, Gustavo Santaolalla, inicio de una nueva etapa para la banda.
El libro logra construir un relato polifónico en el que tanto la agrupación como el disco van tomando forma y consistencia. Aspectos musicales, líricos y técnicos, entre otros asuntos importantes, son abordados generosa y detalladamente por los propios protagonistas.
La prosa de Izmirlian es elocuente pero sin pretensiones. La estructura es clara y concisa. La investigación es rigurosa y entusiasta, capaz de contagiar al más frío de los lectores. Por todas estas razones, estamos ante un excelente aporte a la comprensión de esta obra ineludible para la música latinoamericana de los últimos años del siglo XX.
Páginas: 168