Emma está a un mes de cumplir los diecisiete años. Es un ser especial, escucha voces desde pequeña. Esto se agudiza después de la muerte de su padre. Su hermano mayor, Guille, la protege y la comprende, mientras su madre siente que solo la medicación puede ayudarla.
Cuando Guille desaparece, nadie toma en cuenta lo que Emma sabe u opina. Así que decide salir a buscarlo, convencida de que algo malo le ha sucedido. Las voces serán sus aliadas, en su búsqueda por develar el misterio. Lo que no sabe es que su vida está en peligro, tanto como para situarla al borde del abismo.