El Dragón se aproxima con un sutil rumor de alas al viento: fuerte, poderoso y proyectivo, dando curso a un nuevo tiempo en que nos veremos rodeados de sorprendentes adelantos, puesto que este elemento vivo se caracteriza por lo creativo. El glorioso espíritu del Dragón de Madera traerá la energía necesaria para que cobre cada vez más fuerza la lucha en favor del medioambiente, aunque no por eso serán menos las catástrofes naturales que se están gestando, pero sí acelerarán la toma de consciencia de buena parte de la humanidad. En los próximos dos años en que este elemento regirá los tiempos, iniciaremos un proceso de regeneración, tanto a nivel físico como psíquico. Las brechas que permanecerán tras la violencia de los años anteriores, poco a poco se irán regenerando, moviendo los hilos del poder hasta configurar un escenario completamente diferente a aquel teníamos tras el fin de la Guerra Fría. Las personas sentirán cada vez con más intensidad que la vida es ahora, ni ayer ni mañana, es solo hoy, un eterno presente, pues nadie se sentirá seguro de lo que vendrá. Estamos transitando un puente entre dos épocas en el que tenemos permitido hacernos cargo de que ser felices no es una utopía sino un derecho, si es que tenemos el valor de romper el hechizo del miedo que nos ha tenido esclavizados como humanidad desde hace miles de años. ¡Bienvenido, Maestro Dragón! Escuchamos cómo tu leve aleteo ya viene trayendo aire fresco con deliciosos aromas de vadera y verdes cordilleras, que invitan a darle forma a nuestros sueños.
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