Nunca un buen libro cuenta una sola cosa. Este relato habla de una formación sentimental en la ciudad a la que se ha llegado y donde se vive, pero que no se conoce; ciudad hospitalaria e imposible a la vez. Es esencial la brecha entre ignorancia física y experiencia social que atraviesa a esta historia, en tanto le permite convertirse en testimonio oblicuo de Buenos Aires. Un autor que pertenezca a la ciudad sobre la que escribe podrá ofrecer versiones más o menos plausibles; pero sólo quien posea la mirada extranjera fijará la vida sin préstamos ni sobrentendidos. Con esta novela fronteriza entre el diario y la crónica personal, Fernanda Trías se suma a la gran tradición de escritores que, siendo foráneos, han sido los más elocuentes en representar la incompleta Buenos Aires que, mal o bien, los acogió.
(Sergio Chejfec)
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