La historia se desarrolla en un país ficticio en el corazón de América Latina durante los turbulentos años 80. Un funcionario de segunda línea de las Naciones Unidas rememora la violencia política, la represión, la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia. Recuerda y recapitula los esfuerzos de la ONU, raramente exitosos, paraapuntalar la recientemente recuperada democracia.
En los pliegues del relato se va tejiendo sutilmente una conmovedora historia de amor que el lector sólo intuye al comienzo y va descubriendo cada vez con mayor precisión a medida que la novela transcurre.Se retrata una época, que hoy parece lejana, de jerarcas plenipotenciarios, oficinas privadas, secretarias personales, teléfonos fijos, fax y télex. El narrador señala esporádicamente los cambios radicales que, durante esos años, sacuden otras partes del mundo. No así a América Latina, atrapada en un sistema que perpetúa sucondición de dependencia y subdesarrollo. En Las cartas guardadas subyace una denuncia y, a la vez, una autocrítica descarnada.