«La familia Taeger, compuesta por tres hijos —Milton, Edward y Arthur—, una hija —Elaine—, el abuelo Rudolph, la tía Mansfield y el señor y la señora Taeger, empezó a derrumbarse en1922, cuando vivía en Pittsburgh, Pennsylvania.»
Así comienza la primera novela de Javier Marías, publicada originalmente en 1971, cuando el autor tenía tan sólo diecinueve años, y de la que ahora celebramos el cincuenta aniversario. Ambientada en Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX, narra una serie de trepidantes aventuras que abarcan desde la novela negra hasta el melodrama, desde el relato de pasiones rurales hasta la guerra de Secesión, desde la intriga policiaca hasta las luchas de gángsters o el exotismo sureño teñido de su inclemencia tradicional.
Considerada una obra transgresora e insólita en el momento de su aparición, Los dominios del lobo es una divertida e inteligente parodia y un homenaje al cine de los años dorados de Hollywood. En ella, Marías demuestra ya una notable madurez narrativa, una aguda ironía y una deslumbrante capacidad de fabulación. Este «excelente y cruel pastiche», en palabras de Juan Benet, con su estructura atrevida, su intencionado uso del tópico y su agilísima técnica, se adelantó a su tiempo para convertirse en precursora de la más vivaz literatura actual.
«Quizá con la única excepción de Negra espalda del tiempo, no me he sentido más libre ni más flexible, más atrevido ni más despojado de servidumbres al género en su vertiente convencional y ortodoxa, más desenvuelto ni más huidizo, más abarcador ni más “impertinente” al escribir una novela, que cuando acometí, tecleé y acabé Los dominios del lobo entre mis diecisiete y mis dieciocho años.»
Javier Marías
Páginas: 344