Tal vez hayas escuchado decir que meditar ayuda a bajar la ansiedad. Y que cierta palabrita extraña -Mindfulness-, que se ha puesto de moda y tendría algo que ver con la meditación, resulta ser buena para un montón de cosas: reducir el estrés, manejar el dolor crónico, mejorar la comunicación, comer con moderación, criar mejor a los hijos, y... sí, vivir con menos ansiedad.
Si eres una persona que sufre de ansiedad te estarás preguntando cómo eso es posible. La sola idea de sentarte en un almohadón y quedarte quieto en posición de loto no suena muy alentadora, ¿verdad? ¿Cómo harías para que tu mente se quede «en blanco», o para que el nerviosismo que recorre tu cuerpo desaparezca, o para que el miedo y los pensamientos de preocupación aflojen...?
La buena noticia es que no necesitas dejar la mente en blanco, ni convertirte en un Buda para mejorar tu ansiedad. En este libro te explicaremos cómo las prácticas adaptadas de Mindfulness y Compasión, combinadas con ejercicios corporales inspirados en Experiencia Somática, pueden ayudarte a salir del rollo mental, calmar tu cuerpo y ampliar tu capacidad para disfrutar de la vida.
Los autores de este libro trabajan hace varios años con personas como tú enseñándoles estas herramientas, que sintetizaron en el Programa Mindfulness para el Manejo de la Ansiedad, que da origen a este libro.
Con las prácticas que contiene este libro aprenderás a:
- Relacionarte mejor con tus pensamientos. Desengancharte de las historias mentales; parar de «rumiar mentalmente» con preocupaciones y catástrofes; dejar de estar vigilando lo que pasa en el cuerpo o lo que pudiera pasar en la vida.
- Mejorar la relación contigo mismo. Cultivar una actitud interior compasiva que contrarreste al «crítico interior» y alivie la vergüenza.
- Calmar tu cuerpo. Descargando el nerviosismo que retuerce el estómago, acelera el corazón, tensa los músculos.
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