*¿Cómo olían los dinosaurios?*¿Qué aromas gobernaban en el antiguo Egipto?*¿Cuánto apestaban París, Londres, Nueva York, Buenos Aires en el pasado?*¿Qué olieron los astronautas que caminaron sobre la Luna?*¿A qué huelen una estrella, una galaxia, un agujero negro?
Aromas, perfumes, fragancias, hedores inciden en cómo nos sentimos y en qué pensamos. Omnipresentes, los olores son máquinas del tiempo y el espacio capaces de transportarnos a distintos momentos y lugares de nuestras vidas. Sin embargo, son esquivos: no existen suficientes palabras en nuestro vocabulario para describir cabalmente lo que olemos ni dispositivo capaz de capturar la huella olfativa de una época. Acallados muchas veces, desvalorizados casi siempre, los olores dejan rastros donde pueden: de crónicas a registros médicos o culinarios, de jeroglíficos a epistolarios románticos. El pasado del planeta y de cada uno de nosotros está inscripto en la memoria de sus olores. Si vivir es respirar y respirar es necesariamente oler, Odorama es un compendio de historias asombrosas que conectan el ayer, el hoy y el mañana a través de la dimensión olfativa de nuestra vida.
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