El mundial sub-20 cambia de locación, de Indonesia a Argentina, y es un gran motivo de alegría para los González, una familia uruguaya que hace un tiempo vive en Buenos Aires.
Para ellos es una oportunidad para conectar con su querido país, a través de la pasión que genera el fútbol. Con esfuerzo, convicción y optimismo, deciden seguir a la selección uruguaya en todos sus partidos. Y así, en cada encuentro, crecen las expectativas por vivir un triunfo histórico. Una historia para niñas y niños que conmueve y refleja lo que vivimos los uruguayos, sea donde sea, cuando de fútbol se trata
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