Kurt Cobain, vocalista y compositor del trío Nirvana, se suicidó pegándose un tiro a los veintisiete años cuando era la estrella del rock más influyente de su generación.
Desde los años ochenta hasta mediados de los noventa llevó un diario donde plasmó sus pensamientos más íntimos. En estas páginas se dan a conocer, de un modo descarnado, los primeros pasos en su carrera profesional, su angustia frente a la fama, los problemas con la adicción a la heroína, la depresión y la compleja relación con su mujer, Courtney Love, y su hija.
Entre cartas, dibujos, comentarios humorísticos y esbozos de letras de canciones estos diarios dan forma a la que fue durante una época la estrella más grande del panorama musical. Kurt Cobain, una figura escuálida de la ciudad de Aberdeen, Seattle, se convirtió en un Mesías del sufrimiento y la rabia, la perfecta representación del espíritu rebelde, del marginal atractivo, de un millonario punk; una contradicción que convirtió su existencia en algo insostenible. «Dios mío, estoy tan harto de la banalidad del rock. Me pregunto qué voy a hacer cuando sea viejo si ya lo sé todo sobre el rock´n´roll a los diecinueve años», escribe Cobain.
Y de este modo, a través de la escritura angustiada de un adolescente a la exaltación de sí mismo, entre autoanálisis agudos y la representación de estados anímicos con sus dibujos y garabatos, estos diarios constituyen la mejor biografía de Cobain. Y su lectura es la manera más clara de conocer y entender su vida y su muerte, tal como explica la nota de suicidio incluida en estas páginas.