Se trata de episodios de sangre y confesiones increíbles que sucedieron en el Uruguay del siglo XXI.
Es un texto que habla de la muerte, de la desidia, el desamor, y que procura ahondar en la condición humana desde un lugar poco frecuente. Un relato que ilumina sobre lo peor de la sociedad, pero que también intenta dar pistas para entender a sus protagonistas sin que eso implique justificar, aceptar o defender las atrocidades que cometieron.
Entrevistar a sicarios y autores intelectuales de homicidios es poner en juego la palabra y el cuerpo como un mecanismo de comunicación determinante. Estremece escuchar, duele preguntar y conocer, genera estupor transcribir y uno siente bronca al escribir estas historias. Este libro refleja solo una parte de eso, porque en los silencios, los gestos, las miradas, los énfasis, las risas y las lágrimas, también hay mucho para desentrañar del mundo sicario.
Para transformar hay que comprender, y para eso, la honestidad sobre el pasado y el presente es clave.