Tener un hijo, criarlo y acompañarlo en su desarrollo es sin dudas, una de las tareas más desafiantes para una persona y una familia. Nos confronta con nosotros mismos, nuestras debilidades, fortalezas y con la forma en que cada uno haya sido criado. A medida que el bebé crece, presentará nuevos desafíos, inquietudes y necesidades. Nuestra presencia, sostén y cariño serán la base del vínculo, y este será fundamento para el aprendizaje.
Los primeros 1000 días de vida, contando desde la concepción hasta los dos años, son un momento de extrema vulnerabilidad y modelaje. Podemos compararlo con la construcción de un edificio. En estos primeros meses se erigirán los cimientos y los pilares que darán forma y sostendrán toda la estructura.
Padres, abuelos, educadores y todos los referentes afectivos de ese bebé tendrán un impacto en la construcción de su personalidad, salud física y emocional. En este libro hablaré sobre los bebés y su desarrollo a la luz de las nuevas evidencias científicas, poniendo especial atención en qué necesitan de sus padres y referentes, siendo conscientes del rol moldeador que asumimos los adultos.
Tenemos en nuestras manos la posibilidad de construir un vínculo único, que dará forma a un nuevo ser. Una crianza saludable puede generar verdaderos impactos sociales, desarrollando personas que sean agentes de cambio para nuestra sociedad. Pues la crianza es una forma de cambiar el mundo.
Lic. Claudia López Rodríguez