Carlos Gardel es el protagonista involuntario de esta historia íntima, familiar, pero a la vez, despiadada. Susana Cabrera hurga en el origen del mito, descorriendo ocultamientos y vergüenzas para revelarnos el perfil de una familia y una sociedad ambivalente.
Esta novela va hacia un tiempo bisagra en Uruguay; a través de una familia examina una villa que más que una dependencia estatal fue el feudo de Carlos Escayola. El coronel Escayola participó de la Guerra de la Triple Alianza, de la revolución Tricolor, fue jefe político departamental, resistió la revolución del Quebracho y varios otros levantamientos, desposó a tres hermanas, apoyó emprendimientos ingenieriles y arquitectónicos, persiguió a sus enemigos personales con la fuerza de la ley y con la de las sombras, vivió la fiebre del oro de Minas de Corrales, creó el Teatro Escayola y fue dueño de La Rosada, cabaret de lujo guarnecido con importaciones directas del Viejo Continente.
Este coronel, este prohombre, este melómano, este tirano, este ser de gran potencia y voluntad de hierro, construyó un reino para sí y destruyó vidas, entre ellas, la de su hijo, Carlos Gardel, a quien infligió una herida que nunca sanaría.