Estamos en 1919. La guerra acaba de terminar. «El doctor Benjamin huye de su padre, el subteniente Wittgenstein comete un suicidio económico, el profesor auxiliar Heidegger abandona la fe y monsieur Cassirer trabaja en el tranvía para inspirarse.» Comienza una década de creatividad excepcional que cambiará para siempre el rumbo de las ideas en Europa. Los años veinte del siglo XX en Alemania dieron forma a nuestro pensamiento contemporáneo, y son el verdadero origen de nuestra moderna relación con el mundo. Entenderlos significa, de alguna manera, entendernos.
Ludwig Wittgenstein, Walter Benjamin, Ernst Cassirer y Martin Heidegger, cuatro gigantes de todos los tiempos, lideraron esta revolución y elevaron el alemán a lengua del espíritu. Fue en una Alemania dividida entre las ganas de vivir y el abismo de la crisis económica, entre la lujuria de las noches berlinesas, las conspiraciones de la República de Weimar y la amenaza del nacionalsocialismo, donde encontraron su voz y su estilo.