Hacía tiempo que quería volver a publicar mis dos primeros libros de poesía, pero en un solo tomo. Después de La cara del ángel venía escribiendo poco y en la compu tenía dos carpetas que fui llenando con poemas durante los últimos años. Una se llamaba “Más de eso”, donde guardaba las emociones de mi vida en Buenos Aires, y la otra se llamaba “Poemas contundentes”, en la que metía los poemas que justamente así sentía. Pero los agrupaba y casi nunca me ponía a releerlos o corregirlos, por eso los consideraba como carpetas. Que se hicieran libro era solamente una vaga idea. O sea que este libro son cuatro libros: dos reediciones y dos inéditos. Capaz que también estaría bueno contar que cada librito tiene alrededor de unos 20 textos y que sin ser muy lector de poesía, me gustan mucho los poemas de Bukowski, los de Carver, las letras de Tom Waits, las del Tussi, la protesta del loco de Calle 13, las descripciones de Montevideo de Nico Barcia, la letra de Monos en la mesa que escribió el Topo, la sensibilidad poética del Martín Batallés, y, ¡pah! a pesar de que me faltan más poetas, y que seguro me estoy bandeando, sigo tecleando. Me pidieron unas palabras para intentar venderle este libro al tipo que se ponga a mirar la contratapa en la librería y creo que tenía que ser más breve para lograr ese objetivo. Pero bueno, salió esto y tá, si quedó muy largo, agarren
y pongan simplemente que Este es un libro de poesías, y no nos quemamos la cabeza.
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