Tener plantas en casa y en los espacios de trabajo nos completa. Aprendemos de ellas cada día, de sus ritmos, de su lenguaje y de sus ciclos. Como buenos jardineros nuestra misión será contemplarlas, cuidarlas y acompañarlas en su crecimiento: una atención paciente en un mundo cada vez más acelerado. Todos podemos hacerlo, porque tener "mano verde", más que un don, es la suma de conocimientos y dedicación.
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